No te busco, pero no te olvido... no te entiendo, y te he perdido estas aquí habiendo partido estaré acaso... también contigo. Incluyo el rumor de un sacrificio por herencia de augurios y maleficios... santa paciencia la del sol conoce al tiempo... desde el incio. Y vos... ¿preparando cariños? sin entender... que no existen testigos, sólo almas que quiebran caminos fantasmas humanos... que no preveen destinos. Y si te encuentro... donde el silencio pronuncia latidos allá donde el cuento es colorido, silenciando el adiós... para decir bienvenido. No te busco, pero no me rendido no te encuentro, pues no lo concibo palabras zumbando al interior de mi oido gritandome amor... como un concepto desconocido.
Preludio de infinitos versos... epílogo de intensos vacíos.
por: Jerry Lynch Solis.