Te he dicho ya que la locura extrema el pensamiento que las cosas no son como deben, si no como son; la imperfecta idea de un sueño que es mentira de un cristal que opaca la luz de tu verdad de tus pasos ¡de tu adiós! Como no atreverme a cazar mariposas frente al sol como no atreverme a renunciar mil veces más si mi renuncia es la que promueve tu fe... y tu camino ¡y tu adiós! No sigas... gritas como un duende en deseperacion; pero sabes que estos ríos son cascadas de ilusiones de coartadas mal habidas entre sombras entre gestos que disimulan destellos de piedad. Y callo porque me lo pides con obsesión de asesina y porque esa misma fuerza es tu promesa... y tu reto y tu advertencia ¡y tu adiós!
Preludio de infinitos versos... epílogo de intensos vacíos.
por: Jerry Lynch Solis.