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Mostrando las entradas de marzo, 2011

En pie de Guerra

No puedo retirarme de la guerra sin haber derrotado a cada sonido, y cada recuerdo de batalla y la humedad de tus labios. Puedo morir en el intento, pero jamás carecer de coraje, ni padecer de renuncia de sueños ni de falta de seducción de tu mirada. Intento sobrevivir a cada suspiro a cada línea inspirada... a los besos como balas del contrario al holocausto de malas decisiones. No puedo mostrar bandera de paz ni ordeno la retirada de las tropas, voy por la conquista del infinito voy por la muerte del futuro.

Nuevo Relato "El Camino"

(...) Su mirada sobre mi boca, mis gestos, sus recuerdos y sus locuras, se escondía tras la simple acción de acomodarse la blusa cada diez minutos, para no revelar la figura de sus senos, a los que yo le perdía la vista cada vez que miraba sus ojos o su sonrisa, pero les era fiel con todo el pensamiento. (...) Éramos dos coartadas coincidiendo en el crimen perfecto. ----------- Leer completo --------

Discurso para el presente

"El futuro es una cuestión de Voluntad" Gastón Berge r     "Quien no forja  el futuro está condenado a sufrirlo" Jean-Francoise Revel Yo estoy pensando en el mañana y ella va soñando el futuro; no distingue la diferencia del viento pues esta mirando hacia atrás. Camino paso a paso, sin silencios; celebro siempre ante el ocaso y me quiebro a veces... con esa puesta del sol. Sin embargo los sueños en listados son perlas adornando mal el camino; en vez de caminar hacia el destino sufren de fiebre del soñar. Darle a cada día su destino y a cada beso un poco de sal. Mujer hechicera del camino el futuro siempre sucederá. Y si el día día no te camina no hay futuro que soñar siempre la noche se termina con la mañana que llegará.

Cotejo

Tu mirada... la que no llegó, la que no llegaba, la que se perdió, la que yo esperaba... Tus besos... los que me inundaron, los que predecía, los que confortaron, los que recibía... Tu sonrisa... la que se mostró, la que ocultabas, la que me mató, la que no negabas. Mi mirada... la que no te perdía, la que te buscaba, la que no te entendía la que no te hallaba. Mis besos... los que te besaban, los que no se atrevían, los que pensaban, los que no morían. Mi sonrisa... la que sostenía, la que me aflora, la que no moría... ¡la que no se borra!.

Sí... ¡Tú!

No sabes nada... sólo un ayer, un recuerdo, un adiós... un mal de amor. Eres la sombra de tus sueños la angustia de tu garganta, un inusitado vaivén... un marchitado refrán. Y cantas evocando... proyectas conversando, recuerdas olvidando... ¡encantas conquistando! No sabes nada... sólo las ideas de un ayer que imaginas como si fuese un mañana.

Tú y tu...

Tú y tu cariño son asesinos de mi olvido... las locuras de mis discursos las ironías de un beso. No puedo ser otro desde entonces incesante... Inequívoco atavismo de un incierto exquisito. Tú y tus besos no cesan de besarme de herirme con marcas sublimes que envenenan mi razón. ¡No debo ser yo, ni lo permitas! no quiero ser él... no quiero ser yo. Tú y tu cariño... son asesinos... y yo... soy un muerto.

Súbito

Súbitamente llegará, un día cualquiera, la eternidad. Sin rencor por el camino sin marcha atrás; un adiós... que depreda al destino. Súbitamente llegará el silencio, la bienvenida de las aves, la oración de los mortales, el trinar de pajarillos...