Cuando tú dices lo que dices y yo callo lo que callo, el silencio traiciona a mi sonrisa entonces... hablan tus manos. Cuando tu mirada contempla precipicios y yo converso con la nada, los murmullos son misterios los minutos cicatrices. Entonces somos parte de un mismo bando que no surge ni arremete... que no abdica ni claudica... que no renuncia ni conquista. Entonces eres parte del laberinto de ideas y yo parte del infinito vacío, es decir, eres mi enemiga de momento... un tornasol de la verdad que otorgo.
Preludio de infinitos versos... epílogo de intensos vacíos.
por: Jerry Lynch Solis.