Yo conozco el cielo
desde el día que arriesgué mi sueño
desde el día que morí por mi vida
desde cuando susurré mi perdón.
Yo conozco el infierno...
el orgullo vano de ser anhelo
con el misterio amarillo del futuro.
Reconozco las llamas del abismo
entre las sombras de otros cuerpos
cuando envilecen mis ojos el silencio
con el disfraz de luz irreverente
en el desierto encasillado de ardiente
y hasta en el rostro de lerdo balbaucear.
Yo te conozco...
y sé por donde acecha tú mirada
por donde apunta tu camino
entiendo tú adorno de inevitable
y hasta el faz de sino proyectado ante mi.
Pero...
Yo conozco el cielo y el infierno
tus pasos y mi pensar
entiendo que no existe el tiempo
y entonces...
y solo entonces...
sonrio...
tú venciste x la fuerza
yo sobrevivo por la razón.
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