Hace un año empezó esta etapa final de un tránsito largo en mi vida. Aposté todo por un loco sueño, entregando cada razón y esfuerzo; abandonando todo lo construido a lo largo de mi vida, queriendo construir algo más. La muerte me visitó, más de una vez a la vez, de mil y una forma; pasando por la renuncia que practicaba; convirtiéndose en “adiós” y “despedida” de, quizás, un gran amor; siendo yo la muerte misma; y siendo la sensación permanente de mis días. Este año me ha traído los saberes y cambios más profundos y radicales de mi vida. Luego del estado de “Poder” en el que me hallaba, dejé todo para vivir del amor . Y fueron los meses más tristes de mi vida; llenos de frustraciones por el más mediocre de los trabajos y el más egoísta de los cariños. Y aunque volví trasquilado al ir por lana, entiendo que gran culpa fue mía, por falta de estrategia. Y la muerte me acompañó en el recorrido largo de mi decisión. Decisión que tomé al subir a aquel bus Bolivariano en Bogotá, y de la...
Preludio de infinitos versos... epílogo de intensos vacíos.
por: Jerry Lynch Solis.