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Prólogo a los sueños II

Preludio de infinitos versos epílogo de intensos vacíos. (I) Junio de muerte JL en Cerro Monserrate - Bogotá Febrero de entrega hoy hace un año una Colombia en espera. La muerte pasó por mi alma; palabras esteparias cotraveniendo el día; El domingo de gloria daba paso a la muerte en la cruz del adiós. Un abrazo con la lluvia de abril, un amor con trazas de ayer los besos que en el templo murieron son ahora esquirlas del odio... y de la clavos del error. El lunes fue la resurreción del ocaso, mi suspicacias y reticencias predecían  un mientras... mis labios, mientras te besaban, gritaban un adiós, un ¡nunca más! Y mis pasos llegaron hasta tu abismo... perfecto; cuestionaron la entrega y me volví... para soñar y re-construir el mañana.

La luna de día!

La luna de día, mientras camino medita la tierra... guarda secretos. La luna de día contempla montañas esconde su equinoccio... predice la noche. La luna de día sonríe a su sombra encarece su historia... provoca su sol. La luna de día, ahh la luna de día inspira un poema... me hace soñar.

Conversación entre semi-dioses

Mezcla de sueños con pasos firmes, ideas de ilusión y fuerza, palabras con firmeza de conciencia. Tu silencio inunda el escenario cuando un poeta te describe; tus silencios gritan, dicen, sienten... la verdad que ignoras y que por el mundo olvidaste en el presente. Quieres que sea más preciso... y ¡no lo sé! sonríes y describes tus procesos; ironía entre lo casual y simple de tus gestos sonríes y lo confiesas... ha sido tu silencio y dos sonrisas; -ya voy por la tercera- me precisas. Y debo escribir sobre este encuentro... entonces sonríes diferente, por vez cuarta; fueron tres espontáneas y alegres... la última combina profundidad y calma. - Y ¿cómo logras descripción tan precisa?- - Soy poeta, me permito la imaginación y el ensueño- - Lo sé, lo sé, era una pregunta fantasma- ¡las explicaciones no hacen falta!

Y Certidumbre

Y que yo me la llevé al río creyendo que era mozuela, pero tenía marido. - F. García Lorca - Por ir desarmado de inocencia no pregunté a donde me llevaría el camino, y por querer improvisar un momento, Desnudo, de Wladislav Pokowinsky impusimos un adiós con desatinos. Y cual zafio gitano me dediqué a la conquista, con actos de locura y convicción, olvidando que en la noche de santiago se abandonan las riendas... con poca razón. Pura de ganas y lista para el arrebato entregada al silencio estaba, su cordura llenaba de besos las almohadas; callando momentos... de poco recato. Y callo las cosas que debo callar pues la mañana ya contó su propia historia; y de las cosa que debo pensar... ella se encarga de martirizarse sola. Pero soy quién debo ser... ser quien el capricho del tiempo ha decidido; sonrío, pues ante su silencio y al amanecer, me complace... convertirme en el olvido. (...) y no quise enamorarme porque teniendo marido me dijo que era mozuela cuando

Descripción de Mi - Graciela Lindon

Bohemio, soñador, poeta. Ave Fenix que resurges en cada letras que tus manos vierten sobre el afiebrado papel de tu destino. La vida en sus mil formas diferentes en el raudo caminar de la palabra es el elixir perfecto, que da calma... Graciela Lindon - Poeta Argentina Gracias! me quedo sonando: " El raudo caminar de la palabra  el elixir perfecto, que da calma " No supe como titularlo, pero soñé e imaginé (quise que así sea) que hablaba de mí! JL

Trance

No he podido mudar de piel, el tiempo y el viento no saben curtir... como la sal. Jerry Lynch Moriré... te dije: sé morir, callar y sonreír... más no olvidar. Moriré... fui directo al adiós, al final y al fin... pero no al jamás. Moriré... te di un beso, una mirada y una canción... mi sonrisa se hace esperar. Moriré... te dije ¡sé morir!, callar y sonreír... también resucitar.

Insania

Y entonces despierto ante esta mañana que me causa delirio, que me antoja un sarcasmo, me arroja dos padre nuestro... ¡y un ave maría! Camino por el tiempo, pues las calles son las mismas pero los minutos cambian, cada segundo... hasta morir... y renacer cada hora. Asumo el drama de la libertad, de lo iluso de la existencia. Cada segundo castigándome recordándome que ya es tarde cual conejo presuroso de llegar. Respiro y pretendo la noche, recuerdo que ayer el hoy era un sueño que mañana es otra pesadilla y que las pretensiones de revolución se fermentan mejor en clandestino. ¡cual verso! Y entonces me acuesto recojo mis ideas y despropósitos; Me libero del tiempo y del camino, doblo las rodillas, recojo las piernas imaginando que mañana... volveré a nacer.

Chica Fantasma

No puedo... ni el poder de semidiós. lo logrará. En definitiva... ¡No es verdad lo que nos pasó! y quizás... arruino el quizás. Encojo los hombros por las calles niego con la cabeza, te miro a los ojos canto una canción. Entonces comprendo tus sombras mis manos conservan tu forma tu aroma se conserva intacto tanto, casi, como el adiós. No deseo tu odio. Quizás mi olvido te convierta en tu imaginación cual fantasma. Entonces la ira me invade las ideas no se detienen hay bestias devorando las horas y quimeras dando paso atrás. Resultas... más difícil que una idea olvidada que una "iluza" sensación... que un adiós antes dado. Entonces... asumo la libertad del viento el error de la realidad... la historia del futuro.

Querencia de ti - Luis Eduardo Aute

Qué duro quererte así, contigo pero sin ti, amando tu cuerpo pero tú a años luz de mí. No quiero saber por qué, para qué arriesgarme a que me respondas: "no lo sé"... Prefiero sospecharle en otros brazos y partirme en mil pedazos a seguir muerto de pie. Cómo romper con tu indiferencia, cómo vencer esta mala querencia por ti, carencia de ti... querencia por ti... Te miro pero no estás, ni veo un puñal detrás, dispuesto a asestarme el golpe de un "nunca jamás" Tu tibio dejarte hacer no es más que una forma lenta de desaparecer... una manera de emprender la huida a través de este suicida simulacro de placer. Si te adivinara un "no", sería que algo pasó cualquier tontería, incluso un crimen, qué sé yo... Y así sería capaz de poner fin a la guerra infinita de esta paz... Qué duro ver el rostro de la muerte cada vez que intento verte más allá de tu antifaz