A cinco pasos de tu figura y cinco metros de tu respiración, a escasos momentos de locura y momentos torpes de traición. Una lección o un enredo que no ayuda ganas de ti que no pierden la emoción, un destello de estrella atándome a tu cintura, un día sin ti es para perder la razón. Acaso debo dejar el sinsentido que me trae elevado, ¿Acaso debo abandonar el regazo de tus senos? O acaso debes permitir la muerte, por no dejar olvidado. Permíteme la gloria de un nuevo beso apasionado. No permitas dejar pasar lluvias por estos cielos. Si podemos siempre perdonar amor .... y por amor... ser perdonados.
Preludio de infinitos versos... epílogo de intensos vacíos.
por: Jerry Lynch Solis.